A principios del siglo XX, ser propietario de Château Palmer tenía algunas ventajas. Una era la costumbre de producir unas cuantas barricas de vino blanco exclusivamente para el consumo de los propietarios. La tradición continuó hasta finales de la década de 1930 y solo terminó con el estallido de la guerra. Luego, a fines de la década de 1990, se hizo un descubrimiento en las bodegas de la finca: dos botellas de Vin Blanc de Palmer de 1925. El vino perdido hace mucho tiempo les dio una idea a los equipos del Village y del viñedo. Entonces, a principios de la década de 2000, las vides Muscadelle, Sauvignon Gris y Loset volvieron a la tierra, y en 2007, el Vin Blanc de Palmer renació.

Muscadelle, Loset, Sauvignon Gris

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